El Papa Francisco es hospitalizado en Roma por una bronquitis

El Papa Francisco ha sido ingresado en un hospital de Roma debido a una bronquitis que le ha causado dificultades para respirar y hablar en los últimos días. A sus 88 años, el Santo Padre ha tenido que delegar la lectura de sus discursos y cancelar algunas audiencias debido a su estado de salud.

Una bronquitis que afecta sus actividades

El Vaticano informó que el Papa acudió al hospital Policlínico Agostino Gemelli tras finalizar sus audiencias matutinas, en las que recibió, entre otros, al primer ministro eslovaco, Robert Fico. De acuerdo con la Santa Sede, el objetivo de la hospitalización es que pueda continuar su tratamiento de manera más adecuada.

Desde la semana pasada, Francisco ha presentado complicaciones respiratorias y el miércoles no pudo concluir su discurso en la audiencia general. «Déjenme pedirle al padre que continúe leyendo porque aún no puedo con mi bronquitis. Espero que la próxima vez pueda», expresó el pontífice.

Una salud frágil pero con agenda activa

El Papa Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos años. Además de esta reciente bronquitis, en su juventud sufrió una ablación parcial de un pulmón y, desde 2022, se le ha visto utilizar silla de ruedas y bastón debido a problemas en la rodilla y la cadera.

En junio de 2023, el Santo Padre fue hospitalizado durante 10 días para someterse a una operación de hernia abdominal. En diciembre de ese mismo año, una bronquitis lo llevó a cancelar su participación en la COP28 de Dubái.

A pesar de estos problemas de salud, el Papa ha mantenido una agenda intensa, con múltiples reuniones diarias y viajes internacionales. En septiembre de 2023, realizó el viaje más largo de su pontificado, recorriendo Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental, Indonesia y Singapur.

Impacto en el Vaticano y la Iglesia Católica

La salud del Papa Francisco es un tema de gran relevancia para los fieles católicos en todo el mundo. Su liderazgo ha sido clave en diversas reformas dentro de la Iglesia, promoviendo el diálogo interreligioso y abogando por los derechos de los más desfavorecidos.

En caso de que su estado de salud se deteriore significativamente, el Vaticano deberá prepararse para una posible transición en el liderazgo de la Iglesia, algo que no sucede desde la renuncia de Benedicto XVI en 2013.

Conclusión

La hospitalización del Papa Francisco por bronquitis ha generado preocupación entre los fieles y dentro del Vaticano. A pesar de su frágil estado de salud, el Santo Padre ha demostrado resiliencia y continúa con sus responsabilidades siempre que su condición lo permite. Se espera que en los próximos días haya más información sobre su recuperación y la posibilidad de retomar sus actividades habituales.

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